El tema del que voy a habar hoy es la inclusión educativa, un término que está a la orden del día en nuestra sociedad, pero... ¿sabemos que significa?
Según
la UNESCO, la inclusión educativa es: “proceso
de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los
estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las
comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación. Involucra cambios y
modificaciones en contenidos, aproximaciones, estructuras y estrategias, con
una visión común que incluye a todos los niño/as del rango de edad apropiado y
la convicción de que es la responsabilidad del sistema regular, educar a todos
los niño/as”.
Es decir, la inclusión es cuando los sistemas
educativos están diseñados para atender a las diferentes características,
intereses, necesidades de aprendizaje y capacidades de cada niño y niña.
Por esto, la inclusión educativa favorece y hace
posible una educación para todo el alumnado, que como sabemos, es un derecho
universal, no un privilegio, como muchas personas piensan.
Creo que es un concepto que desafortunadamente
aun crea confusión e incluso gente ha llegado a utilizarlo como sinónimo de
integración, cuando no es lo mismo. En la integración las adaptaciones y apoyos
se realizan fuera del aula, mientras que en la inclusión todo ocurre dentro del
aula, con la presencia del alumno o alumna y permitiendo la participación para
así hacer posible el progreso.
Como nos contaron en la charla los diferentes
miembros y componentes de Down Talavera, desde la asociación han elaborado un
proyecto llamado “Aulas Inclusivas”, donde se ponen en contacto con los centros
educativos donde se encuentran niños y niñas con este tipo de necesidades, para
darles pautas y asesoramiento para así crear una escuela cada vez más inclusiva.
En la charla también nos enseñaron varios vídeos
y fotografías de niños y niñas con los que trabajan, así como multitud de
materiales que han adaptado a las necesidades de cada uno de ellos y ellas.
Esto me pareció fascinante. Creo que gracias a este proyecto hacen posible que
todos estos alumnos y alumnas estén escolarizados en un aula de un colegio
ordinario, con compañeros y compañeras de su misma edad, con los que se pueden
relacionar, a la vez que van aprendiendo y adquiriendo los conocimientos
propios de la edad gracias a estos materiales diseñados personalmente para
favorecer su aprendizaje, lo que permite que estos niños y niñas estén a un
nivel educativo más elevado que si, por el contrario, estuvieran escolarizados
en centros de educación especial, los cuales siempre deberían ser la última
opción.
Como Técnico en Atención a Personas en Situación
de Dependencia que soy, me siento muy identificada con este tema, ya que
realicé mis prácticas con niños y niñas con todo tipo de discapacidades, apoyando
e intentado sacar todas las capacidades de cada uno de ellos y ellas. Considero
que si algunos de estos niños y niñas hubieran tenido la oportunidad de estar
en un colegio ordinario donde se aplique una educación inclusiva, todavía se
podía haber sacado más provecho a su etapa educativa y haber potenciado mucho
más todas sus capacidades.
Creo que dentro de unos años, cuando yo esté en
el aula como maestra de Educación Infantil, esa será mi labor, atender a la
diversidad del aula, sacando y exprimiendo todas las capacidades de los niños y
niñas y haciendo posible que se enriquezcan con una educación inclusiva.
¡Hasta la próxima entrada!
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